lunes, diciembre 15, 2008

Ivan y el Pobre Mitrofan


El propósito de esta nota, aparte de apaciguar la conciencia por la falta de productividad blogera, es desear un buen fin de ciclo a los que por aqui pasen y a todos los que logremos llegar al cambio que este fin de época promete. Y no es poco, este año que se va nos ha deparado grandes conmociones, ruidosos derrumbes de dogmas y falacias que de tanto repetirse en los últimos treinta años, pues hasta los que se supone que saben llegaron a creer.


Si la salud y fortuna acompañan pretendo repetir la bienvenida al nuevo año, así que aprovecho para recuperar imágenes del invierno pasado. En este, el objetivo es ir un poco más al norte, a la tierra del poeta Shalamov, y del pobre Mitrofán.


Si quieren saber con más detalle quién fue dotado con ese maravilloso nombre arcaico, nombres ya no muy en uso, nombres que sugieren bondad y sabiduría popular como el Spiridón de la Sharashka de Solzhenitsyn, o el Makar de los pescadores de altura con los que compartí frío y papirosas en otros tiempos, pues les sugiero un par de búsquedas en Google, Juan Mitrofan en castellano arrojará un resultado sobre las diez mil entradas, y король Митрофан en ruso otras tantas, yo como buen ciudadano y sin ánimo de quebrantar la ley no digo más, no vaya a ser que me acusen de algo.


Y por último, lo que de verdad me ha animado a escribir esta nota ha sido la noticia del periodista iraquí que ha lanzado su calzado al pelele más grande, tarado y sanguinario que hemos conocido los que aun pateamos este maravilloso mundo. Le acusan del mismo delito que a unos periodistas españoles que se tomaron con guasa el asunto de Ivan y el pobre Mitrofán, sin haber arrojado ningún objeto. Vaya, que alegría, estamos en la misma liga que Irak, si señor.

PS. Para quien lea ruso recomiendo este enlace.


Felicidad en esta época de paz, sosiego y reflexión.