lunes, julio 30, 2012

Cambios

Para no dejar el mes de Julio de vacío escribo esto desde el norte. El muelle de partida nos aguarda, partida creemos siempre a lo desconocido, pero el final todos sabemos cual es, nos espera, y la nostalgia de otro viaje que concluye me embarga con su toque de tristeza y alegria por haberlo conseguido.



El viaje para este gran viajero ha concluido, no es un mal sitio para descansar hasta la descomposicion, en una loma frente al lago.



Gente acogedora, tal vez algo huraña al principio, pero bajo una fina capa, grandes corazones.



Todo madera, todo agua, todo verde y muchos mosquitos, no hay paraíso sin serpiente, aunque cuando sopla el viento los arrastra.



La barca que aguarda, ese partir certero que se nos antoja lejano, pero que ocurre cada día, cada instante.



Las noches largas, la oscuridad apenas hace acto de presencia y de forma muy sutil, en realidad está ausente.



Madera, leña y calor para el invierno que aqui en el norte es muy largo.

El resto del material será en blanco y negro si no pasa nada hasta que llegue a casa y lo procese. Gracias a Katya por prestarme su camara digital, con ella tomé estas fotos.