domingo, julio 26, 2009
Carta a Don Chepe II
Salud Don Chepe, espero que haya podido leer el artículo de Saramago acerca de La Luna, referencia que le envié por su recordatorio de mi perenne escepticismo acerca de los grandes avances técnicos de la modernidad, sobre todo de los norteamericanos. Haberlos haylos, pero cuando hablan de grandes conquistas técnicas sé que están preparando el terreno para venderme algo, a muy buen precio como todas las cosas etéreas que producen, sean películas de Hollywood de ínfima calidad o conciertos de Madonna anunciados gratis por nuestras televisiones estatales. Es curioso, un artículo como el de Saramago con la sabiduría y permanencia en el tiempo que contiene, comentado en nuestra televisión pública resultaría subversivo y hasta sospechoso de incitar a.... a qué? A pensar, lo más subversivo.
Sugiere el nobel portugués algo que viene muy al caso hoy, ya que me he dado un paseo dominical del cual le incluyo algunas imágenes y oiga lo que nos dice el escritor '....sino en la Tierra futura, una Tierra que ocupará todavía la misma órbita, circulando alrededor de un sol apagado, muerta ella también, desierta de hombres, de aves, de flores, sin una risa, sin una palabra de amor.'
Por mirar al cielo hemos perdido la tierra Don Chepe. Por el beneficio desmedido estamos matando la vida, la que nos rodea y con ella la nuestra. Y ahora toca hablar del otro gran escritor, de ese poema tan maravilloso que me envió Ud, y que hace referencia a hacerse mayor y ver cómo la eternidad se hace un instante, y cómo un estanque fue un océano pero ahora el mar es solo eso, el mar.
Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser la nuestra.
M. Benedetti
P.S. Lo tremendo es que el fuego no ha sido purificador, ha sido un fuego de angel maligno que mata la vida, pero nuestra contaminación no.
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