
Leía no hace mucho, por recomendación de alguien cercano, al autor ruso Dovlatov, emigrante en época de la Unión Soviética a los Estados Unidos. Afirma que la riqueza y la pobreza son cualidades innatas de los individuos.
Вообще я уверен, что нищета и богатство -качества прирожденные.
Yo añadiría, el trabajar o no trabajar también lo son. Y ese par de contradicciones también son contradicciones entre sí, no siempre el trabajar se corresponde con la pobreza y viceversa.
España es un país turístico desde hace años, y yo vivo en un pueblo de la costa así que el turismo me afecta y muy directamente. Existe un culto al veraneo. Pero el veraneo es algo agotador, o por lo menos a mí que no lo practico me lo parece. Afortunada o desafortunadamente -váyase Ud. a saber- no lo he practicado nunca, como casi todos los 'aborígenes' de las zonas de veraneo, los lugareños no veraneamos, trabajamos, y mucho. Aunque la tele nos venda la idea de que el país entero está de vacaciones -ya saben, el mejor de los mundos posibles, ese es el nuestro- alguien tiene que ocuparse de muchísimas cosas, y sobre todo de que los veraneantes puedan, bueno, por ejemplo veranear con todo lo que eso implica. Y que conste que los agotados son ellos, los que veranean, no nosotros los que trabajamos, he ahí una contradicción más, al menos aparente.
Esta nota nace para decir a mis escasos pero asiduos lectores que las temperaturas tórridas, el transplante de la ciudad al pueblo y la brega estival -hay que hacer el agosto como afirmé el año pasado aquí mismo- no me dejan ni tiempo ni inspiración para adornar este recóndito lugar.
Espero estar de vuelta pronto con algo interesante que contar. Como imagen esta pita que veo todas las mañanas camino al trabajo, en proceso de floración.