el mar la mar, es tu presencia.
PS. Después de comparar imágenes veo que el buque de guerra lleva el nombre de nuestro jefe de estado. Realizan maniobras, será que nuestra costa es parecida a la del norte de África y se preparan para seguir protegiendo a la población civil -esta vez desde tierra y no solo desde el aire-. Mientras tanto a los que faenan, la Europa por la que tu peleaste en la resistencia antifascista receta subidas de impuestos indirectos y recortes de conquistas sociales. Esa Europa no es la del europeo Semprún, más se parece a la de sus verdugos en Buchenwald.
Es el segundo adiós que le brindo a D. Jorge Semprún, y el definitivo. El primero fue con los ojos y un gesto, quizás y sin darnos cuenta ambos pudimos ver en la cara del otro al extranjero. Estaba el gran escritor apoyado en la baranda contemplando el mar de la imagen, aunque creo que la luz era de otoño y no de veranos como ya casi es.
Tampoco estaba aquel día el portaaviones que de manera amenazante aunque a la deriva se veía desde la costa esta mañana en la que me he enterado de la partida definitiva del escritor. Es como si el siglo XX hubiese muerto aunque lo peor de ese siglo sigue vivo, amenazante y destructor, personificado en la mole de metal portadora de muerte y desgracias. Adiós Jorge, adiós Federico, el largo viaje continúa.
Tampoco estaba aquel día el portaaviones que de manera amenazante aunque a la deriva se veía desde la costa esta mañana en la que me he enterado de la partida definitiva del escritor. Es como si el siglo XX hubiese muerto aunque lo peor de ese siglo sigue vivo, amenazante y destructor, personificado en la mole de metal portadora de muerte y desgracias. Adiós Jorge, adiós Federico, el largo viaje continúa.
PS. Después de comparar imágenes veo que el buque de guerra lleva el nombre de nuestro jefe de estado. Realizan maniobras, será que nuestra costa es parecida a la del norte de África y se preparan para seguir protegiendo a la población civil -esta vez desde tierra y no solo desde el aire-. Mientras tanto a los que faenan, la Europa por la que tu peleaste en la resistencia antifascista receta subidas de impuestos indirectos y recortes de conquistas sociales. Esa Europa no es la del europeo Semprún, más se parece a la de sus verdugos en Buchenwald.
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