domingo, enero 21, 2007

La Cuesta de Enero



Muy pendiente la susodicha, estamos ya casi en Febrero y todavía no se hace uno a la idea de que otro ciclo -por muy arbitrario que sea- avanza sin pausa y uno todavía sin darse cuenta. A esa cuesta simbólica con acento puramente consumista y de resaca de tanta fiesta, gasto innecesario y orgía de consumo que en nada rima con lo que se celebra, hay que añadir las subidas de precios y rebajas con que empieza el año para el consumidor.

Aunque no me resigno a ser nada más que un consumidor, consciente de que escapatoria no tengo, pero con la tenue esperanza de que 'tiene que haber algo más'. Hoy he preferido enfrentarme a una cuesta real y no simbólica, y pasando por la torre del Perulico o pirulico como más comunmente le llamamos los lugareños, he enfilado la bicicleta rumbo a la playa del Bordenares, más conocida por la playa del Manacá, por llamarse así el chiringuito que en esa cala maravillosa quedó, restos del rodaje de La Isla del Tesoro en los años 70, película en la que Orson Wells interpreta a Long John Silver.



Sin duda eligieron un lugar maravilloso, casi mágico. Como la vida misma, cambios imperceptibles pero reales se dejan ver cada vez que voy, ora más arena por aquí, ora menos por allí. Hoy con un sol de invierno, algo inclinado pero cálido y con un cielo muy limpio el sitio resplandecía, y era todo para mí y unos cuantos perros que me imagino guardan de manera muy relajada el chiringuito al fondo, aunque bastante sitio hay para simplemente oír el susurro de un mar muy en calma, lo que los pescadores aquí llaman las calmicas de Enero que duran ya todo el mes.

Después de la cuesta, viene la cuesta abajo, después de un esfuerzo el placer de la energía gratis, o más bien acumulada con esfuerzo, esperemos que el ciclo sea benigno, ya que lejos de las calas del Bordenares se juntan nubarrones, como la vida misma, ora el éxtasis, ora el horror. Esperemos que la providencia nos guarde y que las arenas sigan moviéndose de una cala a la otra, siempre listas para acogernos en un día como el de hoy, o como cualquiera.



PS. Gracias Nerón por espolearme a escribir, te dejo aquí la respuesta a tu mensaje por si te hace 'compaña' -esa es otra expresión lugareña- cuando andes por esos caminos de la bellísima Guatemala. La cuesta de Enero ha sido muy larga en lo que toca a escribir, pero lo seguiremos haciendo. Salud a todos y a todo el que pase por aquí.

1 comentario:

Osselin dijo...

Maravilloso lugar para luego tomarse un bonito ahumado en Carboneras.
te añado a Webs favoritas