domingo, marzo 22, 2009
El Norte no Tan Libre
Todo cambia. La hoja de arce era contemplada en todo el mundo como el último recurso, la representación de un país que por su lejanía ha simbolizado el refugio, la tolerancia y la civilización. Verdad es que como todo país occidental sus pecadillos oculta: el trato a los aborígenes o a la minoría japonesa durante la segunda guerra mundial. Pero comparado con sus pares, son vergüenzas pero que muy menores.
Su himno en la versión inglesa habla del norte fuerte y libre, en la francesa curiosamente esa frase no aparece, se habla de cómo los brazos pueden portar espadas o cruces según sea necesario, tal vez como guiño cruzado a la fuerte influencia de la iglesia católica en las regiones francófonas.
Y hete tu aquí que el gran país del norte fuerte y libre ha denegado la entrada nada menos que al diputado británico Galloway, súbdito de su graciosa majestad como todos los canadienses dicho sea de paso, aunque sea de manera formal y simbólica. Cosas veremos en estos tiempos de crisis, pero esta se alargará seguro, será el primer capítulo de una saga interesantísima porque la retórica y elocuencia de George son extraordinarias y el enfrentamiento promete brindar joyas lingüísticas inapreciables. Oh Canada, estamos en guardia por ti.
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