lunes, noviembre 06, 2006

Managua Rescatada del Olvido


El tiovivo de la historia, como pesadilla Nietzscheana de eterno retorno nos trae de vuelta a las portadas a Managua y los Nicas.

Son ya muchos los años pasados desde que no se concebía una primera plana sin la amenaza nica, los tanques nicaragüenses camino de Texas y sin coyote que los guiase.

Y después de tanto tiempo no va la historia de tomar partido no, va de pedir resultados, los mismos que en su día se exigían a los Sandinistas cuando aun lo eran.

Me gustaría preguntarle a la chiquilla que presencia a los Ortega en su anterior encarnación si el neoliberalismo le dio lo que los Sandinistas no pudieron, no lo sé, tal vez sí, pero lo más seguro es que no, si como dicen Nicaragua se ve superada en miseria tan solo por Haití en nuestro hemisferio.

Lo que pasa es que desde que se fueron Nicaragua dejó de ser noticia. La miseria, el analfabetismo, la enfermedad y la pobreza no lo son, cuando deberían serlo, en primerísima portada hasta su desaparición.

Y lo curioso es que los que armaron el jaleo, traficaron con armas, se saltaron leyes a la torera y tejieron un tinglado que va de Centro América a Oriente Próximo también se enfrentan a las urnas mañana. El resultado es lo de menos. Sabemos quienes son, quienes fueron y quienes no volverán a ser jamás. Como el amante de Penélope al volver -y perdón por insistir con ella- aunque Ortega gane ella le dirá, no eres tú a quien yo espero....

viernes, noviembre 03, 2006

El Tren que nunca llegó a salir



Así me lo explicó la señora en una tienda de Alfambra en Teruel. Yo no salía de mi asombro, casi paralelamente a la carretera nacional se podían ver las estructuras y edificios de un ferrocarril, estaciones, túneles y puentes. Salvo los rieles. Brillaban por su ausencia, ausencia permanente, nunca llegaron a existir. El estilo arquitectónico de las estructuras varias, de lo más llamativo, me hizo pensar en los años treinta. Pero me equivoqué. Parece que se empezó a construir a mediados de los veinte, durante la dictadura de Primo de Rivera. Y luego en los treinta con la parte más difícil y costosa ya hecha, se abandonó.

Que analogía tan pesada, más que una cruz. Tal vez me equivoque, pero algo así no creo que pueda pasar en un país del norte. O quiero creerlo o quiero no creerlo, pero veo la señal de nuestro ser. De oportunidades perdidas. De orgullo tan grande, que como losa pesadísima termina por hundirnos, como individuos y como grupo de individuos, o sea como nación.

Es la imagen que me he traído de un viaje hasta la frontera con Francia. Imagen otoñal. Trenes perdidos y Penélopes, nombre muy común gracias a Serrat y su maravillosa canción. Lo que yo no sabía era que Penélope tenía su ferrocarril particular, su estación, túnel y puente. De Teruel a Alcañiz y luego hasta la frontera. Todo lleno de referencias a un pasado que como el tren, nunca llegó a salir.