viernes, enero 26, 2007

Entreguerras



Imperio en entreguerras
la sangre la ponen otros
simplemente un respiro
una pausa, un suspiro

El final de los sueños
la revolución que ya fue
tan corta y tan fútil
como cualquier otra, también

Pienso en París
el mes de Mayo aquel
Pienso en San Francisco
Dylan and the Grateful Dead


Contemplo al músico con la estética del veterano de todas las guerras. San Francisco final de la década del 70. Y pienso en lo afortunado que fui al contemplar el imperio en un momento de reposo. Reposo relativo, Centro América se desangraba, el sur de Africa, el cuerno de Africa, Oriente Medio también. La guerra es una constante. No cesa. Aunque el imperio en esos días se lamía las heridas del sudeste asiático y reposaba.

Hoy no hay descanso, son varios los agujeros negros y siguen juntándose los nubarrones para uno más y más grande. Y si alguna vez salimos del oscuro túnel este ¿Reposaremos? ¿Enfilaremos nuestros pasos hacia California como cantaba el Lead Zeppelin, a la búsqueda de ese amor con flores en la cabellera? Quizá ya no me sea dado otra vez, bastante tengo con haberlo tenido, pero con gusto entonces iría de nuevo, desde Florida hasta California y más allá. No solo me espera la chica con flores en la cabellera, seguramente algún veterano con la estética del desierto rondará las calles de San Francisco, para cantar que estamos en paz, hasta la próxima guerra.

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