jueves, febrero 22, 2007

Cinco Siglos



La espera es larga. Mujer, campesina e indígena, toda una primicia en un país que durante quinientos años ha marginado a todo aquel con una sola de esas cualidades, ya no digamos las tres juntas, pero esas son las de la candidata a la presidencia. Cambios que parecen imposibles ocurren, y a veces tienen como origen el sacrificio, el destino, o el karma como le llaman los orientales.

Esto ocurre la misma semana en la que el hijo del presunto responsable intelectual de la muerte de Monseñor Romero ha sido salvajemente asesinado en Guatemala junto con otros dos miembros del Parlamento Centroamericano. Los hijos no son responsables de las faltas de sus padres, pero los vengativos asesinos parece ser no lo entienden así.

Al margen de lo que ocurra en las elecciones, es todo un triunfo para el país el simple nombramiento de la premio Nobel como candidata. Puede ser un factor positivo, pero no se espera mucho de los políticos. Un poco de honestidad y humildad ya es bastante, el resto lo tiene que conseguir la propia gente, ya que no se nos da nada hecho. Pero es posible que después de siglos esta mujer, campesina e indígena consiga algo positivo para Guatemala.

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