A la espera de la presa como el cazador o el pescador, que a fuerza de convivencia todo se pega, aunque lo confieso, he visto millones de peces morir, pero nunca he pescado uno yo solo.
Anhelando socorro como el mundo que ha entristecido, o que simplemente vive la resaca de tantos años de cinismo y mirar para otro lado. Aunque sea en una escudilla, estamos todos a la espera de los panes y los peces, el milagro de vivir olvidándonos de... la crisis, para empezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario