domingo, enero 03, 2010

SotsPark 2010


Empieza el año en la capital de los sueños rotos, la ciudad parque del realismo socialista ahora mezclado con la peor clase de mercantilismo postmoderno. La primera imagen es la del futuro ciudadano en medio del parque de la excavación de Platonov.



Donde antes lucían los eslogans del partido único, hoy lucen los mensajes del partido único pero a nivel global, las grandes corporaciones, a esta en particular la perdono, por un precio poco módico produce la cámara con la que documento mi estadía en Sotspark.



Después de varios años en el dique seco la estatua símbolo del socialismo real ha sido restaurada y montada sobre el pedestal originalmente diseñado por la escultora Mukhina, con una historia a sus espaldas que resume lo principal del siglo XX, el trabajador y la kolkhoznitsa fueron compañeros del Gernika de Picasso y el aguila nazi en la exposición universal de París del año 37. Hoy en día siguen repitiéndose las Gernikas o Falujas o Kandahares, pero o no han nacido más Picassos, o la dosis de consumo e indiferencia con la que nos han adormecido ha dado el resultado esperado por el nuevo gobierno mundial de corporaciones.



El tiempo de las excavaciones de Platonov y sueños de la ciudad del futuro ha pasado, pero las aberraciones se intensifican, he aquí el ladrillazo versión suburbio moscovita.



Lo antes sagrado por su insistencia en la no sacralidad ahora es carne de parodia, hay que ganarse el pan en este nuevo circo del consumo, así que porqué no aprovechar un cierto parecido con los antiguos dioses desacralizados, evidentemente al fotógrafo le llama la atención el que no me moleste en solicitar sus servicios.



La entrada al antiguo parque del socialismo republicano, ahora contaminado con anuncios de Coca Cola y con su dios en la tierra cubierto de olvido y oprobio, aunque nunca se sabe, enterrado del todo todavía no lo está para intranquilidad de algunos celosos guardianes de las esencias liberales



Tomas de los palacios obreros subterráneos, que dicho sea de paso es la mejor forma de desplazarse por las tripas de la enorme urbe, por su superficie es bastante difícil hacerlo, salvo andando algo muy recomendable pero que requiere ponerse en muy buena forma física.



Por último el monumento a los cosmonautas, restaurado recientemente y la base de la torre de Ostankino, que en los confusos y malhadados años 90 estuvo a punto de incendiarse. Espero poder 'bajar al pueblo' como decía Nerzhin-Solzhenitsyn, aunque este pueblo bastante tiene con abrigarse contra el intenso frío y buscarse la vida en medio de la crisis que nos azota a todos en esta apesadumbrada tierra, es de esperar que en este año que empieza recobremos por lo menos el optimismo. Salud a todos.


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