miércoles, agosto 04, 2010

¡Rayos!... Rayos X

Me lo temía y sucedió. Aunque no como esperaba ahora que me he informado. Parece ser que en los aeropuertos irradian mucho más intensamente el equipaje en bodega que el de mano.


De todos modos he sufrido una gran decepción, los carretes muestran 'niebla' una tenue capa que ennegrece las partes transparentes y que le resta al negativo la definición y nitidez propia de las cámaras de telémetro. Qué pena, la próxima tengo que ser más cuidadoso, hay bolsas de plomo que protegen.


Una vuelta por Coyoacán en día lluvioso. Increíble que dentro de la megalópolis mexicana exista un rincón colonial tan bello. Arquitectura humanista con la plaza como centro social, un deleite de paseo.


Como por toda la ciudad, el organillero, con una tonada polifónica de mucha presencia, aunque irregular por el giro de la manivela, como en toda la ciudad 'gente de armas' que dirían los franceses, cada quién con su instrumento.


Barrio bohemio de antiguos contestatarios, el de la foto anduvo por España en su juventud, aun recuerda la gracia que le hizo el tricornio, aunque no sus portadores, me ayudaron a encontrar el estudio de Pedro Meyer, justo enfrente de su tienda.


Aunque fue esta señora y posiblemente su hijo quienes me dirigieron al estudio.


Ya en el centro de la ciudad, fauna urbana, estos en plan Gótico.


Otro organillero cerca del centro.


Flautista, por todos lados músicos, por todos lados puestos de comida improvisados, y por último el que en su día fue el rascacielos por antonomasia de la capital mexicana, hoy algo deteriorado.


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