Casi un año ya del magnífico viaje a México. A cuerpo de rey me trataron, aunque como todo en esta vida, se fue tan rápido que a veces duda uno el haber pasado por ahí o no. Tenía intención de ordenar el material de la ruta del tren Chihuahua-Pacífico, conocido como el Chepe en México.
Curiosamente mi colega el Chepe -de José- fue el anfitrión, con una programación mexicana digna de elogio, en muy poco tiempo visité norte centro y sur de un país muy grande. Claro que siempre se quiere más y para conocerlo bien seguro que años no bastarían, pero puedo darme por satisfecho.
Algunas caras, el policía de El Fuerte, estado de Sinaloa, orgulloso me muestra su placa. En el parque un señor ya mayor me cuenta sus penas de minero y cómo no consigue financiación para ir a desenterrar un tesoro escondido en la sierra. No es cuento.
El taxista que nos llevó desde el hotel -que se suponía, aunque creo era más bien cuento para turistas, fue la casa del Zorro- hasta la estación del tren.
Las otras dos imágenes en el estado de Chihuahua ya, una tarahumara vendiendo recuerdos junto a la vía férrea en el Divisadero de la Barranca del Cobre. Y por último una misión jesuita en la sierra Tarahumara cerca de la ciudad de Creel. Continuará.
Casi un año ya del magnífico viaje a México. A cuerpo de rey me trataron, aunque como todo en esta vida, se fue tan rápido que a veces duda uno el haber pasado por ahí o no. Tenía intención de ordenar el material de la ruta del tren Chihuahua-Pacífico, conocido como el Chepe en México.
Curiosamente mi colega el Chepe -de José- fue el anfitrión, con una programación mexicana digna de elogio, en muy poco tiempo visité norte centro y sur de un país muy grande. Claro que siempre se quiere más y para conocerlo bien seguro que años no bastarían, pero puedo darme por satisfecho.
Algunas caras, el policía de El Fuerte, estado de Sinaloa, orgulloso me muestra su placa. En el parque un señor ya mayor me cuenta sus penas de minero y cómo no consigue financiación para ir a desenterrar un tesoro escondido en la sierra. No es cuento.
El taxista que nos llevó desde el hotel -que se suponía, aunque creo era más bien cuento para turistas, fue la casa del Zorro- hasta la estación del tren.
Las otras dos imágenes en el estado de Chihuahua ya, una tarahumara vendiendo recuerdos junto a la vía férrea en el Divisadero de la Barranca del Cobre. Y por último una misión jesuita en la sierra Tarahumara cerca de la ciudad de Creel. Continuará.
1 comentario:
Hace un año visite la zona tarahumara, conocí todos estos sitios maravillosos, me impresioné como nunca al ver los paisajes que ofrece esta sierra y me emocionó el hecho de estar a bordo del único tren de pasajeros que tiene México: Tren Chepe
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