miércoles, noviembre 23, 2011

Miradas

El chavalillo feliz con su mascota, a la que no conseguí sacar en la foto, con una mirada que alivia el agobio del subterráneo moscovita, como contraste a la mirada de acordeonista, que me mira con evidente disgusto, por no decir odio y paranoia. Ya me ocurrió antes, los músicos del metro no quieren ser fotografiados, seguramente hay una jerarquía mafiosa ahí abajo, a la que todos temen. La tercera mirada es jocosa, ¿ se me ha estropeado el vehículo?.




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