Es mucho lo que me sugiere un barco al zarpar, los que van a bordo tensos y aliviados al mismo tiempo, los que se quedan, evocando la aventura y sitios lejanos por poco atractivos que puedan ser los muelles industriales.
¿Quién sigue a quién, el amo al perro o el perro al amo? Más vale tarde que nunca, pero las tres tomas de esta nota están tomadas con un Summicron 50, parece ser que algo especial tiene, sobre todo a contra luz.
Por último, ellos y nosotros, aunque no se lee lo escrito en la pared, cuando los tiempos aprietan en vez de mirar a los de arriba nos hacen mirar a los de abajo, la culpa no es de los banqueros ni de las agencias de calificación ni de los especuladores, son los de abajo quienes tienen que expiar las culpas de los de arriba.
lunes, enero 23, 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario