Música y Silencio

Escarbando discoteca y fototeca. La discoteca para escuchar las Suites de Bach interpretadas por Rostropovich, también me he acordado de las Fantasías de Telemann interpretadas por Rampal. Música con mayúsculas, aunque sin pretensiones, instrumentos solistas y maestría ilimitada. Nunca los veré en directo, y aunque no hubiesen desaparecido dudo el poder haberlos visto, demasiado conocidos como para conseguir entradas desde el pueblo.

Por no tener fotos de esos grandes músicos a los que con tanto placer escucho, pues pongo esta, unos chavales pasando el cepillo el día de mercado. Se va Abril con sus aguas mil, están todas en el barril, y apunta verano con las hordas de turistas invadiendo. Con nostalgia y regusto agridulce, hemos probado las mieles de la cornucopia, y de ahí el arregosto, siempre queremos más.

La Hora Azul

Le llamаn hora, pero dura unos minutos. Es el ocaso, antes de que el cielo registre como negro en la foto. En Salamanca han iluminado los monumentos -que son muchos- con un sistema muy bueno, es una luz viva que no es ni demasiado cálida ni demasiado fría.

Todavía no ha pasado la maravillosa impresión que me ha dejado esa ciudad. Me ha hecho pensar en la piedra, en la filigrana del trabajo y en cómo cobra una presencia impropia del símbolo de la dureza y lo inerte.


He tratado de imaginarme su trayectoria, de la cantera a las manos artesanas y de ahí a un conjunto con vida propia, el cual trasciende a sus propios creadores. Es como si el mundo a su alrededor se hubiese petrificado y la piedra viviese sin prestarnos ninguna atención.

Sólo le falta pronunciar palabras, para relatar las pompas, pasiones, intrigas y toda la colección de sentimientos excelsos y bajos de los que somos capaces los humanos, aunque para el que quiera escuchar con los ojos, están a la vista.


Y para completar el cuadro, el cambio de nombre a la calle del archivo. Por lo demás innecesario -creo humildemente- ya que los expoliados somos los ciudadanos y no sólo la ciudad. Las pugnas entre políticos son eso, pugnas entre orgullos e intereses contrapuestos y muy pocas veces en representación del ciudadano. Lo ideal es que el archivo entero estuviese disponible para todos, en línea, ya que las tecnologías lo permiten. Pero eso no creo que suceda pronto, si es que llega a suceder.

De Viajero a Turista

La épica se pierde es verdad, se gana en comodidad. Si algún sitio es ideal para el turismo ese sitio es España. Hace tiempo dejó de ser sueño de viajeros, paulatinamente, desde el Seat 600.

No es que los sobresaltos estén del todo descartados, pero casi. Aunque viajar me daría más argumentos para esa historia que todavía no he escrito, tampoco me sentiré culpable por hacer turismo. Trato de recuperar el tiempo perdido con respecto al país donde nací y nuestra tormentosa relación -no exclusiva por supuesto-, lo sufrimos millones y llevamos su cruz por el mundo como gachupines o gallegos, para luego no ser recibidos como Ulises o el hijo pródigo a su vuelta, de ningún modo.

Así que si le sobran unos eurillos no lo dude, le procurarán gran placer y siempre serán pocos ya que la oferta es impresionante. Pero dése prisa, no paran de construir autovías y donde estas llegan parece ser que el lugar se seca, se uniformiza y las sutiles diferencias entre regiones, provincias, ciudades o barrios desaparecen.



En estado de descompresión y organizando el material fotográfico que dicho sea de paso lleva una fuerte carga turística y no viajera -por la comodidad de la cámara digital- adelanto estas imágenes. El omnipresente toro de la ruta, y uno que ví en una pared de Badajoz, republicanizado, en una semana en la que una deslavada y muy tardía ley de la memoria histórica parece ser será adoptada finalmente, y en la que el líder de la oposición no quiso desvelar cuánto gana a los que le pagamos el sueldo. También se tomó la licencia de comparar la enseña republicana con el aguilucho preconstitucional, igualando de esta manera la legalidad con el golpe de estado que la destruyó.

En fin, nada es de extrañar ya, los polacos lituanos y demás 'nueva Europa' que dirían, igualan a los facistas con los que los derrotaron, pues ¿porqué ha de extrañarnos el que aquí igualemos nuestro fascismo con la república?.

Son historias pasadas, ¿o no? Salud a todos.

La Información es Soledad

Please, don’t you do that. But let me warn you, if you make use of the vast fund of knowledge now available to educated persons, you are going to be lonesome as hell. The guessers outnumber you—and now I have to guess—about ten to one.
Kurt Vonnegut

Que sensación, que subidón, leer a un artista que pone de forma tan clara y concisa lo que de alguna manera uno ha sentido o intuído, o querido decir, pero nunca ha llegado a poner en palabras.

He seguido sus artículos en In These Times, y leído su Matadero 5 y su Mr. Rosewater, ambos prestados por personas cercanas en lo afectivo y lejanas en geografía. Me resulta cercano, que descanse en paz, y que no deje descansar en paz a nadie, porque ese llamado a la cordura en lo colectivo y locura en lo individual es muy necesario 'In these times', en estos tiempos...

Hábitos y Monjes

Y aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Nunca fue la ropa una de mis preocupaciones, tal vez por haberme criado en climas benignos, y en ambientes en los que lo que importa es la sustancia y no la imagen. Mal preparado para la vida moderna evidentemente, hoy lo de la imagen es más importante que la sustancia misma, ¡quién me lo iba a decir entonces!

Con el tiempo y por la influencia de mujeres, he apreciado que sí, el vestir puede ser un arte, pero un arte al que sigo considerando menor, si por mi fuese bien podríamos ir millones vestidos de la misma manera -siempre que sea cómoda- al estilo chaqueta Mao en china, o el chaquetón acolchado en la antigua Unión Soviética, presente en las grandes batallas, en los campos de concentración y en todos los sitios de trabajo. Fufaika, telogreika, vatnik o klift en jerga carcelaria, фуфайка, телогрейка, ватник, клифт, de todos esos modos -y seguramente alguno más- se le denomina a la otrora omnipresente prenda.

Creo que dispone de cualidades suficientes para un día de estos sorprendernos y volver de forma arrolladora, previo paso por el taller de algún gran nombre de la moda que le de un pequeño toque de refinamiento. En principio es una prenda de fibra natural muy cómoda de llevar, aunque la verdad, para los feroces climas del norte creo que ofrece protección insuficiente y no me hubiera gustado llevarla en calidad de recluso a lo Ivan Denisovich.

Lo que nadie puede discutir, es que se lleva sin prisas, el reloj digital no hace juego con la Fufaika, y seguramente los monjes se están fumando un cigarrillo papirosa BelomorKamel sin necesidad de apresurarse. Alguna compensación tiene que haber.

La Ardilla en la Noria

Hablando con quien no tiene bastante con veinticuatro horas al día -por la cantidad de ocupaciones y responsabilidades- me acordé de esa expresión rusa, как белка в колесе, como ardilla en la noria. Así vivimos a veces, tratando de escapar de una realidad opresora, y lo que conseguimos es darle más vueltas a la noria que nos aprisiona, como vehículo embarrancado en la arena o el barro.

Me acordé de que en algún sitio en el archivo tenía que haber una foto que describía esta situación, pero no con una ardilla sino con una cucaracha. La he encontrado, era final de carrete y como el sujeto en sí, está algo sucia, se ve que me descuidé y le puse la pinza de secado encima. Al mejor estilo Gulag, cuando sobra tiempo y faltan estímulos sensoriales, los divertimentos pueden ser un poco.... macabros por no decir otra cosa, juzguen ustedes. Mucha paciencia requiere el aprisionar al repugnante insecto por las alas sin matarlo y luego acercarle la 'noria', -apréciese el magnífico trabajo gráfico- para cerciorarse que el bicho brega y brega, sorprendentemente la noria no cae sino que gira, como debe ser.

Pero ya que hablamos de gente encerrada enfrentándose a situaciones límite, que conste que no se trata de simpatizar con el mundo criminal, todo lo contrario, subscribo la opinión de Solzhenitsyn y aun más Varlam Shalamov, quienes desmontan -sobre todo el segundo- el aura de romanticismo que ese bajo mundo criminal tiene a veces, describiendo situaciones de vileza y ruindad humanas sin límite.

Por supuesto el autor del espectáculo no era ningún Zek -preso- sino un respetabilísimo Zavproizvodstvom, o jefe de taller, o Menedzher como le llamarían hoy en día. Pero eso lo dejaremos para otra ocasión, los cambios del idioma y como hoy dicen Ofis -del inglés office- y no como decían antes, Kontora -del francés Comptoir-. Esta nota la añado con dudas, pero ya que me reí mucho con quien me comentó sentirse como ardilla en la noria, y por un momento se relajó y rió mucho conmigo también, pues que valga de contraste y pido disculpas a quien no agrade o repugne. Salud.