lunes, enero 14, 2008

El Sol que no Calienta

Será de tan lejos
será de tan poco

será por el blanco

será que estoy loco.


Aunque tampoco hay que estar loco para ir de vacaciones al frío, al fin y al cabo lo que buscamos es escaparnos aunque sea minimamente de la rutina, sabiendo -por el billete de vuelta- que será fugaz, que no es un viaje, es una vacación. Pero dentro de lo que cabe, ir de vacaciones a Rusia en invierno y por libre, no deja de tener su poquito de aventura.


Se me había olvidado lo que es el frío. Mis inviernos recientes, presentes y seguramente futuros -si los hay- están por encima de cero. Si quiero ver nieve tengo que ir a las montañas, aunque no muy lejos. Pero de eso a cruzar a pie el Volga helado hay un gran trecho.


He vuelto a verle las barbas al venerable anciano invierno, de lejos, que tampoco ha sido ir a Yakutia, pero Invierno con mayúsculas al fin y al cabo. Así que prefiero hablen las imágenes, ya que lo mismo que las manos perdieron movilidad, los pensamientos parecen haber sufrido algo de congelación también, el silencio junto con el blanco y el filo del aire son invierno.

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