Me llamó mucho la atención la profusión de vallas anunciando a un nuevo candidato, el nuevo líder de los liberales, un oligarca pero no cualquiera, deportista, parece ser que hijo de la antigua nomenclatura, y parece ser que ruso y no hebreo como la mayoría de sus colegas oligarcas, el hombre más rico de Rusia, que ya es decir porque allí los ricos lo son tanto como los pobres pobres.
Vallas de producción impecable, aunque vacuas en su mensaje, de tan obvia procedencia que hasta un extranjero -aunque con algo de conocimiento de la cultura rusa- pudo quedarse con el cante de la campaña. Como la política en todos sitios desde la época Reagan, todo se basa en clichés y símbolos de fácil acceso para el vulgo, si, se nos considera vulgo y por lo tanto la comunicación no pasa de niveles primarios, para qué más.
Así que dos frases copiadas, la una de la película Brat 2, el Hermano en su secuela, 'La fuerza reside en la verdad, el verdadero es más fuerte' y la otra basada en una canción de Victor Tsoy, 'lo inevitable que son los cambios'. Para qué calentarse la cabeza, colores estudiados, muchas vallas por muchos sitios y mensajes publicitarios que no dicen nada pero todo el mundo entiende. Así ha sido el resultado, el candidato ha desaparecido, y todos sabemos quien es el verdadero candidato, alguien que no recurrirá a frases de origen publicitario, y por lo tanto infunde pavor en Occidente, donde la realidad ha sido suplantada por la publicidad.
Vallas de producción impecable, aunque vacuas en su mensaje, de tan obvia procedencia que hasta un extranjero -aunque con algo de conocimiento de la cultura rusa- pudo quedarse con el cante de la campaña. Como la política en todos sitios desde la época Reagan, todo se basa en clichés y símbolos de fácil acceso para el vulgo, si, se nos considera vulgo y por lo tanto la comunicación no pasa de niveles primarios, para qué más.
Así que dos frases copiadas, la una de la película Brat 2, el Hermano en su secuela, 'La fuerza reside en la verdad, el verdadero es más fuerte' y la otra basada en una canción de Victor Tsoy, 'lo inevitable que son los cambios'. Para qué calentarse la cabeza, colores estudiados, muchas vallas por muchos sitios y mensajes publicitarios que no dicen nada pero todo el mundo entiende. Así ha sido el resultado, el candidato ha desaparecido, y todos sabemos quien es el verdadero candidato, alguien que no recurrirá a frases de origen publicitario, y por lo tanto infunde pavor en Occidente, donde la realidad ha sido suplantada por la publicidad.