miércoles, noviembre 14, 2012

El Poder de la Humildad

 He declarado mi amor por la Bujanka, pero la modesta Niva -coche en ruso es mashina, femenino- con toda su mala fama nos ha permitido llegar a muchos y lejanos sitios.

Verdad es que a veces parece se va a desarmar sobre la marcha, pero a pesar de su construcción precaria soy testigo que aguanta mucho más de lo que a primera vista parece.

Seguramente el conductor influye, Andrey al volante hace maravillas, sobre todo el no dejarnos atascados en lugares de los que no sería nada fácil salir por su lejanía.

La región de Vyatka con su gran extensión -casi vez y media la de Andalucía- la recordaré por nuestras andanzas a bordo de la humilde e incansable Niva, no nos dejó tirados a pesar del mal estado de caminos y carreteras.

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