viernes, septiembre 27, 2013

De Marat a Magnat

¿Qué importa el nombre?. Pues la verdad puede que poco, pero para el análisis histórico y la mercadotecnia parece que si importa. Curioso ver las marcas de las golosinas que ofrece este quiosco en algún pueblo de la nueva Rusia. Convive lo antiguo con lo nuevo y si antes los paradigmas eran los de científicos materialistas y revolucionarios, hoy la emulación social va por otros caminos, yo quiero ser magnate.

La elección es: Magnate 35 rublos, Lya Fam - o sea la femme- 25 y URSS 21. Toda una escala de valores en la que curiosamente la antigua superpotencia es la menos valorada, seguida por la mujer y claro, el magnate con diferencia se lleva la palma, pobre Marat.


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