lunes, marzo 12, 2007

León e Iximché


Verdugos de ideales afligieron la tierra,
en un pozo de sombras la humanidad se encierra
con los rudos molosos del odio y de la guerra.

Rubén Darío

Podría haber elegido algo muchísimo más dulce, parnasiano o romántico de Darío, es lo que impera en la obra del poeta de León, Nicaragua. Pero en vez de eso elijo estos versos, más adecuados a la realidad que vive esa maravillosa, bellísima y muy desgraciada Centro América. Valga también para introducir un nombre clásico para denominar a razas de perros grandes al estilo Rottweiler sin recurrir al tudesco.


Reviso el archivo para descubrir el León donde se hace sombra a la visita imperial, algo insólito en el patio trasero. Y esa catedral que cuando la vi estaba en estado lamentable de conservación tiene a su favor un argumento de mucho peso: no son reyes ni obispos ni gerifaltes los que yacen en su recinto, es el gran poeta Rubén Darío. Verdad que la imagen corresponde a días más aciagos, ya que parece ser la han limpiado, y hoy es centro regional de la gran partida por la independencia de Latinoamérica, el final de Monroe, y qué mejor sitio que la bella Nicaragua la del calor arrecho y la bellísima Guatemala la de la eterna primavera.

Así que el emperador va a Iximché acompañado de cazas, helicópteros y no se cuantos miles de cuidadores de la burbuja. El guarda de las ruinas ya ha anticipado que después de la visita habrá que realizar un conjuro ya que todo este asunto lleva consigo mucha 'energía negativa'.


Aunque estuve una vez hace mucho en Iximché, no tengo ninguna imagen, en aquellos años no disponía de una cámara. Pero sí tengo una de un sitio no muy lejano con toda la inocencia de la música y la niñez, y todo porque recuerdo a Rubén Darío, aunque también escribió cosas como estas, dedicadas al emperador de entonces, pero muy apropiadas para el emperador de ahora. No se refiere a Franklin D. por supuesto sino a Teddy.

Tened cuidado. ¡Vive la América española!
Hay mil cachorros sueltos del León Español.
Se necesitaría, Roosevelt, ser, por Dios mismo,
el Riflero terrible y el fuerte Cazador,
para poder tenernos en vuestras férreas garras.

Y, pues contáis con todo, falta una cosa: ¡Dios!

Rubén Darío

2 comentarios:

César dijo...

...
La América Española como la España entera
fija está en el Oriente de su fatal destino;
yo interrogo a la Esfinge que el porvenir espera
con la interrogación de tu cuello divino.

¿Seremos entregados a los bárbaros fieros?
¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés?
¿Ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros?
¿Callaremos ahora para llorar después?

He lanzado mi grito, Cisnes, entre vosotros,
que habéis sido los fieles en la desilusión,
mientras siento una fuga de americanos potros
y el estertor postrero de un caduco león...

...Y un Cisne negro dijo: "La noche anuncia el día".
Y uno blanco: "¡La aurora es inmortal, la aurora
es inmortal !" ¡Oh tierras de sol y de armonía,
aun guarda la Esperanza la caja de Pandora!


Rubén Darío, of course.

Anónimo dijo...

El hombre sin DIOS,es la nada misma.