martes, septiembre 04, 2012

Hacerse el Sueco

Vasya Us, estás contratado. Sustituirás a Bogart en Casablanca para conquistar a Ingrid echando humo sin parar, si, Bergman, la sueca ideal de cuando Suecia era el país ideal, salvo por el clima. Ahora el clima cambia, puede ser que pronto tengan sus propios viñedos, pero lo ideal que era ya no lo es tanto, claro que Bergman tampoco está ya.


Ahora en Suecia les ha dado por internacionalizarse. Y para eso tiran muñequitos preparando el terreno para una 'Lukachenkada' y congraciarse con el patrón. Sus hembras de siempre han disfrutado de gran reputación, la Bergman hablaba cinco idiomas y tocaba el piano mejor que al que escucha en la película, por lo que enviaron al bueno del Assange el tarrito de mantequilla, o la trampa de la miel como la llaman por ahí. Como lo cortés no quita lo valiente parece ser que la miel le gustó y pidió segundas y ahora le quieren dar terceras. ¡Ay Suecia! otro mito que fenece, con lo reputada por liberal que eras en la mojigata España de los 60, casi símbolo de todo lo que no oliera a sacristía, comisaría, o ya saben, recintos de esos, estancos de esencias muertas en donde encierran al Homo Sacer, al que no es delito eliminar, por que lo dice el patrón y Suecia, oh bella, liberal, anhelada en otros tiempos, tu también te has derrumbado.


Vasya Us, oriundo de Ishlyk, en la aldea Petropavlovskoe nos muestra los antiguos Yava con un reestilizado moderno, que pena que no te anunciaron con Marylin y Bogart echando humo, más de algún pobre se hubiese salvado del cáncer.

Perdonen el recurso fácil de 'Hacerse el Sueco', pero no se refiere la frase a los norteños propiamente, sino a 'socco', tocón en latín.




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