De vuelta a Kotelnich mon amor, esta vez la cámara me delató. Y en el mercado cuchichean, ¡mira! un extranjero y dice que en busca de novia, aunque ya saben, el amor eterno dura un instante. Pero lo curioso del asunto es la noticia del periódico que no compré y que por supuesto en el momento de la toma ni llegué a ver, la colocación de una nueva cruz en Urzhum, donde días después y sin saberlo tomaría una foto de la susodicha cruz.
Empieza Rusia a parecerse a aquella España nacional católica que nos llenó de cruces por todos sitios. Y claro, la reacción tampoco se ha hecho esperar ya que han derrumbado varias de las que están poniendo. Es un anhelo de símbolos, ya que los viejos el tiempo los deteriora -mucho más rápido de lo que uno hubiese creído- o los contrarios los destruyen.
Curiosa reacción la de los rivales, que con tal de meter el dedo en el ojo del contrario forman alianzas contra natura, como por ejemplo el grupo punk Coño Riot, de las cuales no conocemos ninguna pieza todavía, nada que ver con el glorioso Never Mind the Bullocks de los Sex Pistols, pero bueno, ya alcanzaron la fama, será cuestión de aguantar el mal trago y salir de la cárcel al estrellato.
Tampoco creo ha sido demasiado sabia la reacción de la iglesia ortodoxa acercándose tanto al poder, se quemará, sobre todo en un país multiétnico y multiconfesional, deberíamos aprender de los franceses, qué bien llevan su laicidad.
La foto es de la escoba a pesar del encanto provincial de la calle en su conjunto y está dedicada al Sr. Dupont y su industria química, esa que hizo prohibir el cáñamo y todo producto natural al cual su química contaminante pudiese sustituir.
jueves, septiembre 06, 2012
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