viernes, agosto 24, 2012

Moscú no Cree en Twiggies

Una gran nación está hecha por grandes mujeres. Y en Moscú haberlas haylas.


Hubo una época en la que la abundancia de carnes era la norma de belleza, señal de abundancia en la mesa, o sea de pertencia a clase pudiente.


Hoy es de mal gusto mostrar que a uno le gustan las patatas y que sabe llevarlas puestas, pero en Moscú todavía no han refinado tanto la dieta para que se note en sus hembras, tal vez la entrada a la OMC traiga consecuencias funestas para quienes gustan de las cachas.


Aunque podría compartir con el Arcipreste su Elogio de la Mujer Chiquita en ningún caso compartiría el elogio de la mujer huesuda, para huesos bastan con los míos.


Algo que si me apena un poco es la moda de los tacones telescópicos, procuro usar las sandalias más cómodas para patear la grandísima ciudad y aun así al final del día los pies se resienten, no quiero ni imaginarme como tendría la espalda si tuviese que andar con los zancos que llevan las chicas.


Tal vez sean restos del todavía omnipresente SotsRealizm, como se puede ver por las numerosas estatuas desperdigadas por Moscú, las mujeres eran representadas de manera muy sólida.


Así que ahora que Londres está permanentemente a la gresca con Moscú, ¿con quién se quedarían, con una ligerísima Twiggy o una sólida Sveta por ejemplo? Creo que apoyo a Ecuador en su generoso asilo al australiano, seguro que ese también pasaría de ramitas frágiles.


Bueno, si algún fan de las Riot -evito la primera parte del nombre por ser palabrota- pasa por aquí, o alguna feminista radical, vale, vale, se me acusará de machista, pero las imágenes gustarán a más de uno, creo…


La Rock-ola en esta ocasión sugiere un tema femenino, de nuevo el grandísimo Neil Young con su versión de Oh Susanna, with my banjo on my knee... del disco Americana, grandísimas versiones garage de canciones folk americanas. Creo que por allí van de comer mucho maiz también.




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